viernes, mayo 30, 2008

Sobre el antisemitismo

Si estudiamos el surgimiento del antisemitismo en distintas sociedades, comparándolo con otros pueblos que sufrieron un destino similar, como los gitanos, uno puede encontrar con relativa facilidad el porqué de este sentimiento xenófobo. Y en efecto, existe una razón fundamental para que exista el antisemitismo: Los judíos están en muchos países, muchas regiones, y a pesar de ser muy diversos e integrarse muy bien en distintas sociedades, siempre son distintos y mantienen esa identidad distinta.

El antisemitismo existe porque los judíos son la evidencia de que las identidades nacionales son valores superficiales, en su gran mayoría inútiles, y que las "idiosincrasias" no existen. No existe una "forma de ser español", y todos esos tópicos que uno encuentra en la cultura popular de este país en realidad existen en todas partes. Pero el judío, a pesar de integrarse y de formar parte de una sociedad, termina siendo siempre diferente, o al menos notable.

Los antisemitas siempre persiguen la igualdad entre las personas, no en clase ni en derechos, sino en "idiosincrasia". Dicho de otro modo, buscan la igualdad de pensamiento, y la supresión de diferencias entre personalidades. Este es la mayor expresión del fascismo y la intolerancia. Pero la idea surge, siempre, de un sentimiento irracional basada en la nación como ente auto-determinado, que a la vez determina a los individuos que nacen en ella.

El judío, en su presencia multinacional, es el mayor exponente de una diversidad forzada y la destrucción de los sentimientos nacionalistas y religiosos. Los que buscan la igualdad "en la forma de ser" encuentran en el judío su peor enemigo, pues demuestra cómo ellos están equivocados, y cómo ellos nunca podrán lograr tal situación mientras exista esa minoría plural por excelencia.

Al menos, esa es la realidad hasta recientemente, con la creación del Estado de Israel, aunque se admite que incluso un estado nacionalista, como Israel, es anómala en su creación. Aunque admite un cierto sentimiento de pertenencia histórica de hace 2000 años, la base de la creación de este estado no está en su tierra originaria, sino en los 2000 años de historia en exilio que fundaron las bases de un pueblo judío como se ve ahora en la actualidad. Israel, entonces, se crea sobre la base del la no-presencia del pueblo judío en su tierra original, creada en base a olas de immigración para construir un estado sin tradición.

Y es esa falta de tradición que hace de Israel un estado anómalo, extraño en la coyuntura nacionalista tradicional. Israel no se identifica por un rito especial (siendo los religiosos generalmente hostiles al sionismo), ni por una tradición popular, ni por una gastronomía cosmopolita, ni por un lenguaje que fue recreado desde el desuso en el siglo XX, como el hebreo. Se identifica por una ley internacional que la creó en 1947-48, y la immigración de un pueblo a un territorio para construir un estado en las 7 décadas anteriores.

Volviendo al tema original, vemos entonces que el judío representa que la diferencia del origen no significa nada más que elementos superficiales. Y esa es la razón de porqué mantengo en mi persona esa identidad. No es que soy diferente (lo soy porque cada persona es única como individuo), sino que además quiero serlo, con toda mi voluntad. Nadie tiene el derecho a decidir como soy, ni porqué soy como soy. La identidad de mi persona, la determinación de mi persona, es el derecho propio de mi persona.

El antisemitismo, creación exclusiva de la opresión religiosa y/o nacionalista, es derrotada en el momento que demuestro que a pesar de mi peculiaridad, soy a la vez igual como ser humano.

martes, mayo 27, 2008

El espejo sangriento

Para aquellos que siguen las noticias de Israel... ¿Se acuerdan cuando al inicio de la segunda Intifada, un público enfurecido de salvajes realizó unas de las acciones más repugnantes de la historia reciente de ese conflicto? Voy a especificar: ¿Se acuerdan del linchamiento de dos soldados israelíes capturados por los policías palestinos en Ramallah, que no pudieron contener al público que los linchó? Pues bien, resulta que los israelíes no son mucho mejor.

Ha'aretz publicó hoy un video que demuestra cómo una docena de jóvenes en Israel intentan linchar a dos jóvenes árabes que pasaban por las calles de Pisgat Ze'ev para llegar a sus casas en su cercano campo de refugiados. Además, ni el público cercano al centro comercial (donde ocurrieron los hechos), ni las propias autoridades de seguridad del centro comercial (que serían encargados de mirar los videos), hicieron nada para evitar este evento. Por suerte, y digo mucha suerte pues sufrieron heridas de arma blanca además de los brutales golpes provocados por esos jóvenes judíos, sobrevivieron al ser atendidos en el hospital. Los acusados, sin embargo, fueron dejados en libertad sin cargos por la corte suprema de Israel, a pesar de la clara evidencia. El argumento del abogado defensor era que "si se acusa a todos los culpables de ese suceso, se deberían abrir por lo menos 200 niños (o jóvenes) que estuvieron en la zona".

Menudo argumento. Realmente quita toda culpabilidad a los tres acusados mayores de edad que estaba defendiendo.

Agregando al hecho de que los policías acusados de disparar con abuso de fuerza contra una manifestación árabe en Octubre del año 2000 (matando 13 árabes-israelíes de la manifestación) quedaron en libertad sin cargos, a uno se pregunta si falla algo.

La indignación por un hecho tan horrible como el linchamiento de Ramallah en el año 2000 no sirve de nada. Si sirviera, esas personas ya estarían en la carcel cumpliendo su pena, incluso si es mínima.

Si eso no es apartheit, entonces debe ser algo peor.

viernes, mayo 23, 2008

He vuelto. Hahahahahahaha!

Como dije, no me importaba dejar este sitio a la deriva. Aparentemente ciertas personas se aburrieron de poner más mensajes por aquí.

Aunque si vuelven, les diré una cosa: Desde ahora, no se repiten mensajes. Los mensajes repetidos se verán como error y se borrarán.