domingo, noviembre 15, 2009

Indoctrinación de Hamas - nada nuevo

Tras ver una vez más la película "El Hundimiento" (Alemania, 2004), me sorprendió la abrumadora similitud entre la "lógica nazi" mostrada en la película y la "lógica de Hamás" que vemos en sus propios medios de comunicación. La película, convencional en su muestra de los nazis en sus últimos momentos, no es incoherente con la realidad histórica que rodeó la batalla de Berlín. Lo más llamativo es el trato que dan las autoridades nazis a su propia población en ese momento tán desesperado: los civiles en Berlín, incluso mujeres, niños y ancianos, no existen. Son todos potenciales armas para la eterna lucha contra el Judaísmo Internacional y su engentro, el Bolshevismo.

No se puede tomar lo que dice la película como una realidad histórica. Pero sí es verdad que el Dr. Goebbels dirigió la creación del Volksturm, ejército compuesto de personas antes incapaces de luchar, ahora con armas para detener al ejército soviético una vez que se aproximaban a Berlín. Sí es verdad que los nazis predicaban el Darwinismo Social, en que los "hombres más fuertes" sobreviven al más débil. Y como tal, la lucha debe ser brutal y encarnizada. En fin, la "lógica nazi" mostrada en la película es fiable, y poco sorprendente para mi.

Probablemente la escena más impactante es el momento en que Magda Goebbels, mujer del ministro de propaganda nazi, asesina en sangre fría a sus hijos para evitarles un "futuro sin nacional-socialismo". La monstruosa naturaleza de ese acto es algo que sorprendería a cualquiera. Pero ¿no es eso igual a mandar niños para que mueran "mártires" en nombre de una causa cualquiera? ¿Acaso no vemos en Gaza y en Líbano mujeres celebrando la muerte de sus hijos, "martires" por "la causa"?

Incluso en tan desesperada situación, los nazis prosiguieron ejecutando a personas que no querían seguir luchando, o simplemente indicaban la futilidad de la lucha. Incluso en los últimos momentos del Tercer Reich, ese régimen seguía oprimiento a la disidencia.

La similitud va más allá que una mera coincidencia. Primero, porque los líderes de Hamás son los únicos "evacuados" a sus búnkeres bien construídos. Para Hamás, como para el liderazgo nazi, no existen civiles. Son todos potenciales armas, parte de la lucha divina contra Israel y contra los infieles de sus tierras, evidentemente ampliados a ser "naturales", como un verdadero lebensraun palestino.
La represión interna, incluso a medida que tropas israelíes avanzaban por todas partes, seguía. Reporteros en Gaza indicaban la falta de infraestructura y verdadero abandono de Hamás a su propia población. Cualquier acto que resistía el lanzamiento de cohetes desde zonas residenciales era respondido con represión (disparos en las piernas, si uno tenía suerte). Hamás aprovechó la situación para torturar y ejecutar a cientos de miembros de sus rivales de Al-Fatah. Su propaganda de una inevitable "victoria final" seguía, tal como pasaba en la batalla de Berlín.

La pregunta es, entonces, ¿fue justificable la entrada soviética a Berlín ese Abril del 45? Los soviéticos perdieron aproximadamente 100,000 soldados en esa batalla, que en sus características tácticas era similar a Stalingrado (algo que su general, Zhukov, aprovechó). Los alemanes sufrieron, además de altísimas perdidas humanas, violaciones, saqueo y violencia generalizada. Una colera muy dura por parte de un ejército que vió su tierra arrazada por la perverza ideología engendrada y apoyada por Alemania. Las violaciones no son justificables. Pero en aquel entonces, y hoy en día, nadie duda de la necesidad de derrotar completamente al monstruo Nazi, y obligarle a una capitulación que no querían dar.

Aunque a una escala reducida, la campaña de Gaza tuvo el lamentable caso de violaciones y abusos cometidos por el ejército israelí. Sin embargo, no hay duda que Hamás debe ser derrotada a cualquier precio para reestablecer la paz en la región. Israel debe aprender del pasado: Dresden y Berlín no son casos de orgullo para los aliados en la Segunda Guerra Mundial. No se debe repetir los abusos, y nunca se justifican. Sin embargo, Hamás nunca aceptará nada menos que su fanática esperanza para una victoria final. Utilizan niños para sus ejércitos. No creen que "civiles" existen. En fin, Hamás no aceptará la existencia de Israel, y por tanto debe ser derrotada. Si existiera una solución no militar, se debe cogerla sin pensar dos veces. Pero si no la hay, no existe otra alternativa.