martes, junio 08, 2010

Orgullo de la verguenza

Nunca he pensando que vería algo así ocurrir. Dudaba si el mundo físicamente es capaz de aguantar tal cantidad de hipocresía. Pensaba que si esto ocurría, aparecería un hoyo negro que succionaría todo el planeta, llevandonos a un universo paralelo del que tal inconsistencia es sostenible. Nunca pensé que ya estabamos en este universo paralelo.

Sí, la organización FELGTB ha vedado la participación de una carroza del ayuntamiento israelí y la organización de gays y lesbianas israelíes "Aguda".

Repito, por si creen que esto es un error: la organización que organiza el Orgullo Gay este año 2010, FELGTB, ha vedado la participación de gays y lesbianas israelíes por dos razones: 1) No condenar abiertamente el asalto a la "flotilla del martirio", y 2) Por razones de seguridad.

Sinceramente, me cuesta meterlo en la cabeza. La comunidad gay de Israel es la única que disfruta libertad y seguridad en próximo oriente. El pasado noviembre sufrieron un brutal asalto terrorista en Tel Aviv, que sigue sin resolver. Si existe un grupo que necesita el apoyo internacional, ese es la comunidad LGTB en Israel, que necesita estar arropado por otras comunidades análogas del mundo (especialmente la organización "Agudá", donde el ataque terrorista ocurrió en su sede para jóvenes). En vez de eso, en España los tiran del orgullo como basura.

Da igual que la asociación "Aguda" y los gays de Israel en general tienden a rechazar la ocupación israelí de territorios palestinos con su lema (repetido en los orgullos gays) "Ein geavá ba-kibush" (no hay orgullo en la conquista). Da igual que están discriminando a los israelíes por las acciones de su gobierno, que no pueden controlar. Da igual que Israel sea el único país donde los gays y lesbianas tienen derechos e igualdad para amar los que quieren. Y, por supuesto, da igual que en los territorios vecinos a Israel cuelgan a gays de grúas, son tratados como escoria y sistemáticamente torturados por los Estados.

Y si no, que la FELGTB intente organizar una marcha de orgullo gay en Teheran, Gaza o, incluso, Ramallah.

Sinceramente, no siento rabia, ni rechazo. Sólo vergüenza. Sólo pena. No me imagino a la organización israelí Aguda rechazando la participación de palestinos por las excusas que dieron aquí. Después de todo, son esos valientes israelíes los que hacen una labor durísima de proteger a los gays y lesbianas palestino/as que sufren acoso todos los días.