sábado, diciembre 04, 2010

Apoyo a los controladores aéreos

Me da igual sinceramente que los 600.000 afectados por la huelga repentina de los controladores aéreos de España no puedan viajar. Ya se que esto causa una extrema incomodidad, y que en efecto implica un sacrificio muy grave.

Sin embargo, ¿qué esperaban? Una huelga existe exclusivamente para incomodar a las personas, precisamente para provocar una movilización contra las entidades responsables: el gobierno y las empresas en el poder. Cuando unos trabajadores defienden sus derechos, es el deber del resto de trabajadores de apoyarles, no denunciarles como si fueran criminales.

Y eso es lo que el gobierno supuestamente socialista de Zapatero hizo ayer, al denunciarles constantemente como los que provocaron un conflicto que se inició por la iniciativa del gobierno de incrementar las privatizaciones de los aeropuertos, y rebajar notablemente los salarios de este colectivo.

A esto se añade la reacción hostil y terrible de un gobierno cada vez más tirano. Sinceramente, el obligar a trabajadores civiles a entrar en un régimen militar contra su voluntad es algo que esperaría de China o Myanmar, no de un país de la UE. No me imagino un país serio, que no sea una republiqueta bananera de tercera categoría, daría un escupitajo tan flagrante contra no sólo los derechos de los trabajadores (que, como estamos viendo estas semanas, les importa un verdadero comino al gobierno), sino hasta a las libertades individuales de cada uno.

Este "estado de alarma" es un peligroso precedente que empeorará todas nuestras libertades. Porque significa que bajo toda la parafernalia de justicia y derechos, en el fondo el que tiene poder es un Estado que puede quitarles todos tus derechos con un mero decreto y si la situación de opinión pública o política lo permite, con una misera firma.

Mientras tanto, la propaganda del gobierno español y el grupo "socialista" en TVE, Cuatro y La Sexta, y las de cadenas privadas en nombre de las oligarquías de este país presentan a los pasajeros como "victimas" de los controladores, y no de las acciones desmedidas y perverzas de un gobierno neoliberal que está vendiendo nuestros futuros a un régimen nepotista que daría verguenza incluso al de Franco.

Apoyo a los controladores aéreos. Si el gobierno gana esto, si los controladores pierden esta batalla, todos nuestros derechos estarán a merced de unos poderosos de turno, peleles de grupos sociales con enorme poder económico y social que, en gran medida, desconocemos.

Eso es todo. Espero que este conflicto tenga una resolución positiva.