miércoles, abril 16, 2014

¿Es Podemos un movimiento populista?


El populismo es la adaptación de las políticas propuestas a favor de lo más popular en cierto momento, y la apelación constante al que está "abajo", la "gente de a pié", los "descamizados", frente a un grupo y una cultura de élite que controla el devenir de uno o más países. De por sí, el populismo no siempre es algo negativo, puesto que la política democrática en muchas ocasiones es un juego de popularidad, de lealtades y fuerza bruta popular. Sin embargo son contadas las ocasiones en que el populismo era un movimiento popular emancipador que obliga el cambio en las altas esferas, y son muchos los casos en que se trata simplemente de las altas esferas controlando las fuerzas populares a su antojo en el populismo.

Una de mis principales preocupaciones, y francamente sigue siéndolo, es que el movimiento en el que pertenezco en estos momentos, Podemos, se convierta en una fuerza populista peligrosa, que utiliza las crisis ideológicas, políticas y económicas para el beneficio de un grupúsculo de "líderes" que se aprovechan del mínimo común denominador de la población. En un artículo publicado por The Huffington Post, se detecta la presencia de ciertos rechazos en relación a Pablo Iglesias y su mentor, Juan Carlos Monedero, en distintas instancias. Yo no soy admirador ni de Pablo Iglesias, ni de Juan Carlos Monedero, a los que considero el modelo del "intelectual al servicio del poder" que Chomsky siempre criticó (aunque el poder no sea el de donde viven). Critico abiertamente muchas de sus posturas, tal como expresé en un breve intercambio con mi buen amigo Thomasso en su blog, que expuso algunas nociones propias desde la lectura del libro de Monedero en sus modelos políticos. 

Con todo esto expuesto, debo decir lo evidente: no soy chavista, ni apoyo la revolución "bolivariana" (nombre ridículo, cuanto menos) con sus áuges fascistoides y su incapacidad de solucionar problemas internos sin apelar, incluso de forma infundada, a las intervenciones imperialistas norteamericanas. De paso aprovecho en decir que prefiero dicha "revolución" que las rancias oligarquías venezolanas hoy en búsqueda de derrocar a Maduro e implantar un régimen tiránico reaccionario como tantos que hubiern en latinoamérica y en Venezuela en particular. Pero de haber sido un movimiento realmente populista, a imagen y semejanza del populismo venezolano la pregunta que haría yo es la siguiente: ¿cómo alguien que se formó ideológicamente en el Hashomer Hatzair, un movimiento sionista-socialista, es capaz de participar abiertamente en el movimiento Podemos?

Mi propia experiencia dentro del movimiento demuestra la limitación del argumento del populismo de Podemos, puesto que evidentemente mis posturas ideológicas son del todo minoritarias y muchas veces controversiales ante los dogmas que dominaron la izquierda tradicional española durante décadas. La argumentación de que los "círculos" son producto de los llamados "círculos bolivarianos" apelan sólo a la forma de organización y no al fondo ideológico del movimiento, puesto que los "círculos bolivarianos" tienen apoyo estatal y, además, reciben un apoyo monetario gubernamental para ser operartivos, y no tienen nada que ver con los objetivos de Podemos dentro del entorno español y europeo en general. Podemos tiene su herencia no del bolivarianismo venezolano, ni siquiera del populismo de izquierda latinoamericano, sino francamente desde el movimiento del 15M en el estado español y las consecuencias españolas de este movimiento. Las influencias latinoamericanas son válidas de estudiar, quizá a modo de comparación, pero poco más.

Basta decir que Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias y otros y otras no son más que personas a las que apoyo con un objetivo común, pero que no son "mis líderes" ni nada parecido.  Tampoco lo son de mucha gente que conozco dentro de Podemos, y nosotros compartimos el apoyo de otra gente que salió líder en la lista electoral. No les apoyo en gran parte de su ideología, ni pretendo hacerlo mientras sigan en su apoyo acrítico a movimientos populistas como el bolivarianismo venezolano. Aun así, la noción de que Podemos es compuesta para la promoción personal de esas personas ignora a las ciudadanas y ciudadanos que participamos, desde nuestras posturas y con iniciativas propias, a favor de un objetivo que, a mi modo de ver, son universales: la justicia social, la auditoría de la deuda, la promoción de políticas sociales a favor del bienestar, la unión entre pueblos en Europa por lo menos, la protección de un planeta en proceso de agotamiento... Eso no es populismo, ni bolivarianismo, ni nada por el estilo. Eso es política, y eso es necesario para tratar. Se trata de la unión de fuerzas, no de la división en cuestiones que, del todo, son irrelevantes para los objetivos del movimiento. Por eso, Podemos no está para la promoción personal de nadie, sino de ideas que tenemos en común para un mundo mejor. Que nadie se equivoque.

Podemos es un espacio para hacer que la ciudadanía salga de su apatía ante estas cuestiones presentadas. A muchos algunas propuestas no les gustará, y es legítimo. A mi no me gustan alguna gente pública del movimiento, y es legítimo. Todos participamos en el movimiento en función de nuestras posibilidades y fuerzas. Por eso Podemos va más allá de líderes o de dogmatismo ideológico - se centra en la unión de fuerzas populares, de su intrínseca diversidad ideológica, en unos objetivos comunes que nos preocupan a todas y a todos, y que encuentran respuestas ideológicas además de prácticas en el movimiento en constante proceso de discusión y debate, incluso en momento de campaña electoral.  No participaría en Podemos si fuera de otra naturaleza.

lunes, abril 14, 2014

Un mensaje de pesaj (pascuas) trascedental

Ya han sido varias las entradas dadas aquí sobre la asociación de vincular la festividad judía de Pesaj, eso es la fiesta de la liberación de los hebreos de la esclavitud en Egipto, con el caso del régimen español y europeo actual. Pero con las transformaciones que experimenté este último año, los cambios enormes me surgieron en mi interior al mirar lo que pasaba a mí alrededor, me gustaría hacer una interpretación personal de lo que significa esta festividad, particularmente de cara a la celebración de esta festividad mañana por la tarde.



Pesaj, también llamada "Pascua judía", tradicionalmente se asoció con la liberación del pueblo de Israel gracias al poder de Dios, siendo el más poderoso de los dioses (en la Biblia nada indica que no habían otros dioses) y ciertamente más poderoso del más poderoso de los humanos, como era Faraón. El acto principal que se celebra es un acto de fe hecho por el pueblo de Israel cuando sacrificaron el cordero para colocar su sangre sobre sus puertas, permitiendo a Dios pasar por encima de las casas del pueblo salvado y matar, así, sólo los primogénitos egipcios en una última y terrible plaga de castigo. Pero incluso existe otro significado tradicional que perduró los siglos, que forma parte de lo que significa ser humano, de la intención original y principal que se expuso en la Biblia durante la terrible odisea que el pueblo de Israel sufrió en Egipto: las ansias de libertad, de dignidad y de justicia social.

En Éxodo 11:3, los hebreos les piden y se llevan las riquezas de Egipto una vez que Faraón les haya dejado ir. Lo que parece ser un saqueo de Egipto, sin embargo encuentra una explicación interpretada aproximadamente en el siglo IV de nuestra era, en un cuento recogido por el Talmud Babilonio, Tratado Sanhedrin, página 91b. Cuenta la historia que los egipcios, indignados de aquel "saqueo", apelaron al entonces Rey Alejandro Magno que los judíos devuelvan ese "dinero saqueado". El sabio rabino Gebiha ben Pesisa, en representación de los judíos, les responde que la misma Biblia dice que los hebreos estaban en Egipto 430 años, y que por lo tanto son los egipcios, no los judíos, son los que deben pagar el dinero pendiente por el trabajo de aquellos esclavos liberados. Acto seguido, los egipcios escaparon y dejaron sus riquezas y tierras detrás para el disfrute de los restituídos judíos.

Esta historia legendaria nos indica algo evidente: todo trabajo merece ser justamente remunerado. Pero también señala una realidad que casi se nos escapa. Los opresores siempre buscarán los trucos para recuperar la injusticia, y siempre exprimirá lo que puedan de los oprimidos. Esa historia, escrita en época tardoantigua, ahora se repite 1600 años después, en la sociedad moderna.

Las desgracias de los esclavizados por la reforma laboral de un faraón tiránico como lo son los gobernantes de hoy no sólo se limitan a reformas laborales varias, o a la lamentable esclavitud producto del endeudamiento impagable (tal como lo eran la mayoría de los casos de campesinos esclavizados en aquella época antígua). También los opresores, en su mezquindad, exigen que les pagen de vuelta lo que ellos interpretan de "saqueo", lo que hoy llamamos impuestos. La élite busca siempre escaquarse de ellos, mientras sigan exprimiendo los recursos humanos como naturales que todos usamos, pero que pagan sólo los de abajo. 



La tradición judía de Pesaj, tan humana que sobrepasa las barreras del tiempo, nos dice que nosotros siempre debemos estar atentos. Los opresores nunca dejarán de buscar la forma de debilitarnos, humillarnos y evitar que nosotros, la mayoría oprimida por el sistema financiero esclavizador, podamos reclamar justicia. Pero en el momento que nos enfrentamos cara a cara con aquellas cobardes oligarquías, resulta que huirán y dejarán sus riquezas detrás, para el disfrute de los oprimidos. Nos señala que la libertad, la dignidad en el trabajo y la justicia social son derechos inalienables, dados desde la creación del mundo, y que su negación es una maldad intolerable que será castigada con la destrucción de todo lo construido por injusticia y explotación.

Pesaj es la festividad de la conquista de la dignidad humana. No es simplemente Dios el que liberó al pueblo de Israel, es el propio pueblo, con sus ansias de libertad, con su enfrentamiento con el poder opresor, lo que permitió su liberación. En cuanto a los opresores egipcios la historia de Pesaj señala algo evidente: todo lo que consiguieron construir en 430 años esclavizando a otro pueblo para su beneficio se arruinó con las 10 plagas. Al final de la historia Egipto se quedó sin nada, empobrecida, destruída. La razón es porque ningún poder tiene derecho de sustentarse sobre la injusticia y la explotación de los demás. Es esa la lección fundamental que nos enseña la tradición judía de Pesaj a toda la humanidad, enalteciendo las esperanzas de los oprimidos, y aterrorizando a aquellos que los oprimen. Puede que no existan castigos divinos, pero el peor castigo que les puede llegar a los explotadores es el momento que, como el pueblo de Israel, decidamos en un acto de raciocinio sacrificar los ídolos del sistema económico y político actual y usemos nuestra voluntad para conseguir la ansiadada libertad que nos están intentando denegar. Pongamos fin a la esclavitud moderna en Europa y en el resto del planeta. Luchemos por la libertad y un mundo mejor, con este mensaje humano en mente.



¡Feliz Pesaj y Jag Sameaj a todos!

martes, abril 01, 2014

Contra los viejos vicios, una nueva política



Votar en: primarias.podemos.info

Mi candidatura a Podemos se hizo pública una semana y media, y me gustaría dedicar esta oportunidad de hacer una apelación a todos los nuevos lectores. Mis medios limitados y humildes me impiden decir mucho en los medios de mayor acceso, medios que seguro que otros lo tienen más fácil de hacer. Por eso, espero que este mensaje llegue a muchas personas para reflexionar lo que está pasando en Podemos, que es una oportunidad única para la ciudadanía a expresarse.

Podemos es una herramienta, un utensilio que los ciudadanos y ciudadanas formado por los que trabajan en los círculos que lo componen como medio de participación ciudadana. Es una red de ciudadanía que permite a las voces alternartivas expresarse, una forma de darle poder a la ciudadanía independientemente de su trayectoria política o mediática. Dicho de otro modo, para mí, es una forma para que los renegados de la política, aquellos que no tenían cabida por el nepotismo, corrupción, y toda clase de triquiñuelas que impiden su participación puedan hacerlo e irrumpir en la política española.

Por eso, ya hecha mi votación para las elecciones de primarias en Podemos, que se puede hacer hasta el miércoles 2 de abril a las 23:59, les comentaré mis criterios de mi propia votación, esperando que entiendan que no daré nombres específicos para no perjudicar a mis compañeras y compañeros que, como yo, estamos trabajando día y noche para hacer crecer Podemos y nuestras candidaturas. Pues bién, aquí va:

1) Por lo general, la academia española, eso es las universidades (tristemente, sobre todo las públicas) suelen tener un ambiente muy similar a la política. Muy pocos son los que sobreviven sin recurrir a rastreras conspiraciones palaciegas, de las que yo fui testigo directo en varias ocasiones, y que me generaron más asco que admiración. Por eso, los exiliados intelectuales y académicos son gente de las que tendría el honor que me representen. Están sobreviviendo injusticias tremendas, y entenderán cosas tan básicas como la importancia de la creatividad y la honestidad.

2) Gente de origen diverso, para tratar temas diversos. No cabe que hayan gente de un mismo entorno, o de los mismos círculos, o las mismas profesiones. La unión hace la fuerza, y la diversidad hace una unión más fuerte.

3) Sobre todo, gente novedosa en el proceso. A lo mejor me uno a ese grupo, y lo admito. Pero es evidente que hay que poner gente de base, nueva, que use Podemos como plataforma de una nueva política.

Pues bien, esos son mis tres criterios. Lo más importante es participar, y no permitir que los medios de comunicación condicionen su opinión sobre el proceso y los candidatos. Como candidato, mi principal objetivo es luchar contra el nepotismo, entendiendo eso como la colocación de amistades en puestos de confianza por el mero hecho de tener contacto con los que tienen de influencia. Otro aspecto es la necesidad de promover la coherencia en la política. No son cosas utópicas, es simplemente asunto de ser levemente profesional y tener algunos ideales para mejorar la sociedad en que uno vive. La política española, sin embargo, estuvo haciendo justo lo contrario.

Podemos debe ser una plataforma para gente nueva. La política española, las instituciones españolas, no pueden seguir siendo una casta de protegidos, famosillos de pacotilla con buenos asesores de imágen, o elegidos a dedo. Juntos podemos cambiarlo, con la voluntad ciudadana como nuestra fuerza para seguir adelante. ¡PODEMOS!