jueves, marzo 27, 2014

Primarias Podemos: Por una Europa de los pueblos, no de los oligarcas



Uno de los temas principales del programa de Podemos es la lucha por una economía más justa, un mercado en beneficio de lo público, y no viceversa. El Estado Español, y Europa en general fueron víctimas de un entorno empresarial descontrolado, que manipulaba el sector público a su favor y succionaba, como una aspiradora, ingresos públicos a través de subvenciones y programas varios a cambio de proyectos fantasma que sólo servían para dar medallitas a los políticos gobernantes.

Para lograrlo, planteo la necesidad de presentar legislación que garantice las buenas prácticas empresariales. Ya existe tal legislación en Europa, como por ejemplo las leyes contra el fraude fiscal, pero es importante aplicarlas con firmeza y sin excepciones. La transparencia fiscal sólo se garantiza a través de un funcionamiento adecuado de los mecanismos de control. Una vez que estos mecanismos estén operativos, o al menos de forma paralela, se debe proponer la subida de impuestos sobre las grandes empresas, aquellas que reciben privilegios fiscales que no tienen de lugar en ninguna sociedad justa, menos aún período de crisis económica. Que las grandes fortunas, causantes de la crisis en última instancia, tengan la principal carga sobre ella. Que aquellos que beneficiaron por un sistema económico que nos llevó a la ruina, paguen con ello para construir una economía más justa y equitativa. Finalmente, y como punto fundamental del programa, se debe impulsar que las multinacionales rindan cuentas a las autoridades pertinentes sobre sus actividades a nivel mundial. Dicho de otro modo, se debe forzar a las empresas a rendir cuentas de los abusos a los derechos humanos cometidos en su nombre y en su beneficio. Se debe considerar que la esclavitud y la explotación del trabajo son violaciones de los derechos humanos, y fueron penados como tal en los Juicios de Nüremberg de 1946 contra la cúpula superviviente Nazi, como parte de los innumerables abusos cometidos por ese régimen antes y durante la Segunda Guerra Mundial. 

Hay quienes dicen que esto nos llevará a la ruina. Que un país "debe ser más competitivo". Pues bien, dos cosas se deben decir sobre esto. Primero, la competitividad está sobrevalorada. La revolución industrial nos demostró que la riqueza se genera con cooperación entre individuos y sectores económicos, cosa que se afirma en el propio funcionamiento de las grandes corporaciones. Por lo tanto es falso que falta competitividad, lo que falta es, realmente, una economía basada en una cooperación justa entre los agentes económicos, y no unas entidades jerárquicas que sólo benefician a gente que lucra sobre la explotación de los demás. Donde la producción y los servicios no pueden estar supeditados a una fraudulenta demanda generada por sponsors publicitarios; sino a las necesidades reales de los pueblos, y desde abajo.


En segundo lugar, y esto es lo más importante, se debe impulsar un nuevo discurso económico en el que se indique, sin lugar a dudas, que las grandes empresas privadas, sobre todo las multinacionales, son parasitarias y perjudiciales a la prosperidad económica de los países. Dicen que generan trabajo, pero en realidad generan trabajo explotado. Dicen que son competitivas, pero sólo lo son cuando sacan su capital y sus recursos a países donde los trabajadores son explotados. Estas prácticas están arruinando a las pequeñas y medianas empresas, al igual que a la clase trabajadora que ve cómo su menor poder adquisitivo les hace depender de las mismas grandes empresas en las que grandes porcentajes de la población trabaja. Si desaparecen las grandes fortunas que apenas pagan impuestos, no perderemos mucho. Si se van las grandes empresas, esto permitirá a las PYMES y autónomos suplir la demanda económica en el mercado que generaría más riqueza. En conclusión, no tenemos nada que perder si demandamos a los agentes del mercado justicia, y tenemos todas las de ganar.

Finalmente es importante destacar la defensa de los Estados más perjudicados por las políticas neoliberales del país. Nos han dicho que la eliminación de la salud y educación pública son necesidad para estados como España, Portugal, Italia, Grecia o Irlanda. Nos han dicho que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades. Pues bien, en primer lugar en Europa se tiene que irrumpir con la voz ciudadana; que la crisis no la causamos nosotros, sino la propia irresponsabilidad de Europa como entidad. No somos anti-europeos, sino que creemos en otra Europa, una Europa social, comunitaria de veras, que promueva la solidaridad entre naciones y no la explotación de éstas. Que creemos que la movilidad de personas, la apertura a la inmigración y la aceptación de la diversidad prima por encima del libre flujo de capitales. Creemos que los trabajadores y trabajadoras se solidaricen entre sí, que luchen unidos por sus derechos en esta Europa, y no se dividan por las migajas que los gobernantes europeos proponen. Creemos que Podemos, una vez que irrumpa en Europa como la voz de una ciudadanía en pie para luchar por sus derechos, proponga en el parlamento europeo la creación de medidas para que las fuerzas sociales unan sus fuerzas, para fortalecer inversiones públicas sobre infraestructuras inter-europeas, y sobre todo promover una comunicación cultural basada en la diversidad de naciones y pueblos.

    
Dicho esto, quiero destacar la necesidad de acabar, de una vez por todas, el discurso xenófobo que está encontrando demasiada tolerancia por parte de las instituciones europeas. El auge fascista del Fidesz en Hungría, de Amanecer Dorado en Grecia, de los xenófobos daneses, holandeses y del Frente Nacional en Francia nos demuestra la existencia de elementos que se aprovechan de la crisis y del descontento social para sus turbios e inhumanos intereses. Europa los tolera siempre y cuando hagan "medidas de austeridad". Su tibieza hacen que los pueblos de Europa paguen un precio demasiado alto, producto del olvido histórico de lo que significó el fascismo. Olvido que causó muchísima miseria, ignorancia y apatía política, como sabemos de primera mano en España. Como judío, como homosexual, como inmigrante y como ciudadano, me uní a Podemos para luchar, para que JUNTOS la voluntad ciudadana se exprese y haga una nueva Europa de democracia, justicia y paz. 

¡PODEMOS!


viernes, marzo 21, 2014


Manifiesto personal para las elecciones primarias de Podemos:

Estimados compañeros, compañeras, conciudadanos y conciudadanas.

¿Por qué Podemos? Porque claramente Podemos cambiar el rumbo de nuestro futuro con esfuerzo, dedicación y, sobre todo, participación.

Porque creemos en que la vida económica es una pública y el mercado es un espacio que no es propiedad de oligarcas y corruptos. Que las decisiones en la economía deben ser democráticas, y no impuestas por déspotas poco ilustrados, comprados por grandes empresas y corporaciones.

Porque la solución a los problemas de la deuda, los problemas de Europa y de España en particular, no pasan por reformas laborales, sino por una reforma empresarial estructural que cambie la cultura económica en lo profundo. Que se centren las empresas que quieren funcionar en Europa en una economía sostenible, y no en burbujas y las ganancias rápidas, ni en succionar dinero del erario público como aspiradoras para sus propios beneficios especulativos, sin hacer ningún proyecto productivo.

Porque la educación es la única forma para promover el pensamiento crítico, y no el dogmatismo eclesiástico que se pretende imponer a todos nosotros. Ésta educación debe ser pública de calidad, y aquella calidad sólo se llega con pensamiento crítico, no en inflexibilidad burocrática que asfixia nuevas ideas, ni en el nepotismo académico que corrompe el sistema, y menos en la conversión de la educación exclusivamente en fábricas de trabajadores para el mercado laboral.

Porque Podemos mantener un sistema de salud que es la envidia del mundo, y mejorarla sólo cuando es pública y gratuita para todos los necesitados. Que un pueblo bien educado y con buena salud es un pueblo libre, que no permitiría las imposiciones de la opresión de las tecnocracias mercantiles y de los gestores de la miseria que nos gobiernan.

Porque España puede ser una voz potente en Europa, sacando el espíritu vanguardista de la cultura y el arte español en toda su diversidad para liderar Europa en un camino de justicia y democracia, de vida ciudadana que la haría la base para una nueva Europa.

Porque el patrimonio histórico en nuestra ciudad, como en toda España, ese patrimonio de toda nuestra humanidad, nuestra verdadera alma, está siendo amenazada por los poderes que nos las quieren expropiar, destruir, silenciar y aniquilar a favor de las ganancias a corto plazo pasajeras y de las que no veremos un duro.

Porque desde mi pueblo judío puedo aportar a través de Podemos la amarga lección de que la xenofobia transmitida desde el poder económico y político puede sacar las peores caras de la humanidad. Que los inmigrantes y las minorías son una fuente de vida para Europa, no una carga. Que el antiziganismo, la homofobia, el racismo, el antisemitismo y demás xenofobias siguen presentes en Europa y que nosotros debemos ser siempre vigilantes.

Que desde ese mismo pueblo se debe decir que Faraón también tuvo pleno empleo en Egipto, pero que ningún país, potencia o riqueza tiene derecho construirse sobre la espalda de esclavos, como pretende hacerlo el actual modelo europeo y el gobierno español, apoyados por los grandes oligarcas que dominan la economía mundial. Que un sistema así colapsará rápido, como pasó con Faraón, y que los poderosos que construyeron su poderío sobre tales cimientos de miseria y sufrimiento lo perderán todo si la voluntad de los esclavizados se hace unánime a favor de la libertad y la justicia social.

Porque desde los albores de la historia, las deudas eran el primer camino a la esclavitud. Un pueblo que no puede escapar de una deuda asfixiante se convierte en esclavo de los grandes señores, de la Iglesia, de los capitalistas y de los estados tiránicos. Una democracia no existe si la prioridad de un país es obligar a su pueblo pagar una deuda impagable e ilegítima.

Que desde nuestra visión de la vida ciudadana Podemos exigir el respeto de los derechos humanos a las empresas, a los estados vecinos o en todo el mundo, sin tapujos para que el mundo sea más justo y abierto a nuevas oportunidades.

Por todo lo anterior participo en las primarias de Podemos con el aval del Círculo de Alcalá de Henares. Y por todo esto espero contar con vuestro apoyo para promover estos ideales que nosotros defendemos.

¡PODEMOS!

lunes, marzo 17, 2014

Mi participación en Podemos

Esta entrada sirve como una fuerte corrección a un artículo anterior llamado "Mi problema con Podemos". Al final de ese artículo, indiqué que iba a ver y juzgar después lo que significa, o si los problemas que tenía con el grupo Podemos son equivocados.

Admitiré que iniciando por una curiosidad, me asomé uno de los llamados "círculos" de Podemos donde discutían la organización del programa y propuestas de cara a las elecciones europeas. No esperaba mucho de eso, y pensé que confirmaría mis sospechas: problemas de organización, poca claridad ideológica, exceso de voces irracionales y demagógicas, y sobre todo la utilización de eslóganes baratos en sus programas políticos.

Pero hoy veo mi equivocación. Después de la primera asamblea, empecé un giro de 180º. Lo primero que me gustó es que se organiza el grupo en "círculos" organizados en asambleas, sí, pero con moderadores elegidos en concenso que hace imposible la degeneración del modelo asambleario en la tiranía del que más participa. De cara a las elecciones, las asambleas eligen a los candidatos en primarias, así haciéndose una mezcla de democracia representativa y participativa que evita, de nuevo, el mayor problema de un despotismo de facto que fue la poca representatividad del 15M en su organización y órden del día.

Pero algo que me ganó mi franco apoyo es el hecho que, conociendo mis opiniones a veces controversiales, conociendo mis orígenes que en otros entornos alternativos (incluyendo Izquierda Unida) supondría un problema de prejuicios y conflictos ideológicos, encontré un lugar donde me escuchaban e instaban a que escuchara las voces de los demás, en un ambiente cívico que saca lo mejor de la vida ciudadana. No voy a exponer mucho aquí sobre el programa de Podemos, que se caracteriza de general y poco concreto. Pero sí indicaré que Podemos es más una plataforma ciudadana organizada, más que un partido político. Es un grupo que puede aglutinar personas de muchos orígenes ideológicos, sociales, históricos incluso, para unos fines comunes que nos influyen a todos: la decadencia del régimen de 1978, la opresión de los sectores financieros tiránicos que atacan la vida democrática en España y Europa, la falta de respeto a derechos humanos, cada vez más violados por empresas y estados en distintos puntos del mundo, y la asfixia que provoca el cáncer de la corrupción en España y Europa.

Finalmente está una de mis mayores críticas a la idea de generar ideas desde la base, sin nadie que presente ideas básicas. Desde la primera asamblea en que participé, se me explicó con claridad los principios representados en Podemos. En primer lugar, no excluye a nadie excepto la extrema derecha xenófoba. De paso se presenta la defensa de los derechos humanos, el fin de la corrupción política, y sobre todo una idea que creo que es más necesaria que nunca en la vida política española y europea: coherencia en las ideas. Sé que fui muy muy crítico con Podemos hace tan sólo 2 meses. Pero las explicaciones y la invitación a participar por ideas tan necesarias me impulsó a asumir un cambio fundamental de mi opinión.

Contra todo eso, a favor de dar voz a los ciudadanos de a pié para fortalecer la democracia, existe Podemos. Mi participación ahí me permitió ver sus propuestas desde un punto de vista más abierto, más matizado de lo que uno podría ver en un momento inicial. Por eso auncio que formaré parte del proyecto de Podemos, con la esperanza que mi aportación sea relevante para la creación de una España más justa que tantos exigimos durante tantas décadas. Ante esto, ¿Podemos? Sí, por favor.