viernes, febrero 15, 2008

No hay nación.

Hace tiempo tenía ganas de hacer esta entrada, pero no tenía muchas ganas de hacerlo. Pero ya que tengo algo más de tiempo en mis manos, me voy a dedicar a explicar porqué el relativismo cultural falla, y el porqué del título de esta entrada.

1) ¿Qué es Cultura?

No se puede estudiar la nación si no se estudia lo que muchos típicamente lo asocian: La cultura. Y para explicar qué es cultura, en términos simples, presentaré un ejemplo.

Digamos que escuchamos la música de Antonio Vivaldi. Naturalmente uno podría decir que le provoca un ambiente específico, recuerdos específicos, y sobre todo sentimientos específicos. Pero ¿acaso esa misma interpretación se puede aplicar a la persona al lado de esa persona, incluso si son familiares que vivieron juntos varios años? No. Eso no pasa. Las similitudes a veces se pueden detectar, pero no importa cuando insistimos, dos personas no pueden pensar de la misma forma, y ni siquiera podemos conocer una aproximación alguna de los sentimientos que la música provoca en el interior de la mente de la otra persona.

Dicho de otro modo, la cultura se percibe de forma individual, interpretada de forma individual.

Ahora bien, supongamos que a alguien le gustó la música de Vivaldi. Entonces decide a crear su propia música, entendiendo que no puede recrear la música de Vivaldi totalmente. De esta forma, añade su propio toque, de acuerdo a lo que él quiere expresar. Si creara exactamente la misma música que Vivaldi no tendría mérito, sería sólo copiar. De tal forma, para crear nueva música, o sea para hacer cultura, es necesario crear algo originalmente del nuevo autor.

Por lo tanto, llegamos a la conclusión que la cultura sólo se crea por parte del individuo, o en el mejor de los casos individuos, si bien es verdad que a veces una obra cultural, sea cual sea, es creada a veces en grupo o, especialmente en la era industrial, por máquinas. En todo caso, repetir la misma creación forma parte de una adopción de aspectos de la cultura expresada, pero no creada. La creación original sólo puede ser original, ya que de otro modo sería como copiar a Vivaldi, y no tendría mucho merito.

La cultura, como el origen de la palabra indica, proviene del cultivo. Uno puede decir que es simplemente la creación de individuos para otros individuos que perciben estas expresiones y, en cambio, crean su cultura en reciprocidad. En una sociedad, como muchas cosas son plurales, nosotros nos engañamos al pensar que podía ser un elemento social, común. Pero todo lo contrario: La cultura proviene del pensamiento individual, pues el pensamiento colectivo no existe. Y para demostrarlo, ya presenté el hecho de que nadie puede pensar en nombre de nadie más. Si fuera de otro modo, todo sería mucho más fácil. Nos entenderíamos perfectamente el uno al otro, y podríamos vivir en mayor harmonía.

Es una pena que la vida es una serie de conflictos constantes entre individuos, y que esa harmonía no existe, y nunca existirá mientras que los seres humanos retengan la mas mínima conciencia de lo que es la palabra "yo". Y a pesar de los intentos de demostrar lo contrario, a pesar de la idea de "sacrificio a la comunidad" que muchas comunidades pueden adoptar, esa idea se retiene con el hecho de que el ser humano sigue sobreviviendo, y que ese sacrificio sólo lo hará por sus conocidos, y no por extraños que ni sabe que existen. Dicho de otro modo, la persona no escapa de si mismo, y nunca lo hará.

2) ¿Qué es nación?

Si la cultura depende exclusivamente del individuo, y su capacidad de expresión personal e individual hacía la sociedad que ese conoce, entonces ¿qué es la nación, vinculada tantas veces a aspectos culturales como la lengua, religión e historia? Pues nada. No es nada. Es una tontería inventada en el siglo XIX para aquellos cortos de capacidad mental para entender que los están timando. Es una idea que lleva a la revolución para no tener resultados, propio de una idea vacía de contenido, ambígua e inútil.

A los que se dicen pertencer a una nación: ¿Qué es? Lo más cercano que pude percibir durante toda la vida es la idea de pertenencia a un grupo, en base a su cultura y sus derivados. Pero la cultura es individual, percibida de forma individual. La cultura es la subjetividad humana en sí, y no tiene sentido analizarlo de forma objetiva, pues hacerlo nos lleva a estereotipos absurdos e irreales.

La nación se construye en base a estereotipos inútiles. España no es una nación. Cataluña tampoco es una nación. Ni el País Vasco o Galicia. ¿Pretenden que con hablar un lenguaje distinto, signifique que merecen ser reconocidos como nación? Pues no veo diferencia alguna, la verdad. El lenguaje es una creación práctica, que sirve única y exclusivamente para la expresión de conceptos definidos en palabras. Sea cual sea el origen de las diferencias lingüisticas, en el fondo todo depende de lo que al individuo le importe y le interese, nada más.

Lo mismo va a la autodeterminación. Si una persona sólo puede pensar de punto de vista individual, entonces ¿como pretenden hacer una autodeterminación de todo un pueblo? No existe la autodeterminación popular. De la misma forma que ni siquiera existe la autodeterminación individual, o al menos a penas existe. El individuo es movil, y no se puede determinar en base a nada.

3) La estupidez del relativismo cultural.

Muchos antropologos han sido muy arrogantes en imponer una división a la humanidad en culturas. Esa división falaz y arrogante es producto de un siglo XIX donde el Estado-Nación se creó, viendo cómo colapsaba el Ancien Régime. Para proponer qué orden debería ser el adecuado, se estableció que unas naciones, definidas en unas culturas, deben ser superiores a otras. Para ello, dividieron el mundo en razas y culturas distintas, y de tal forma pudieron aplicar esa política mundial de la superioridad europea. Curiosamente, el mismo siglo, nació la antropología como estudio.

Sin embargo esto colapsó a mediados del siglo XX. Pero las teorías no cambiaron. Lo único que cambió es la naturaleza discriminadora de esa división de la humanidad. Más que descartar todo esto, simplemente se estableció que se creará una teoría Politically Correct. Dicho de otro modo, existe división de la humanidad, pero sin esa superioridad europea, pues no sólo no tenía sentido (la descolonización estaba en marcha), sino que era peligroso (recordando la segunda guerra mundial).

Pero parece ser que los que propusieron esas teorías no captaron lo realmente negativo de ellas. Pueden hacerlo más politically correct, pero nunca le quitarán el daño que produce. Pretenden con sus teorías explicar que cada pueblo tiene su propia "idiosincracia", lo que explica las divisiones políticas y sociales del mundo. Omito lo económico, pues si intentarían explicarlo de esa forma encontrarían lo estúpido de sus teorías y tomarían ideas más marxistas que las suyas. El marxismo es universalisa, y ellos no pueden tolerar algo así.

Idiosincracia cultural. Qué concepto más insoportable. Significa las "formas" que un grupo humano piensa. Como si nosotros supieramos cómo una persona se va a comportar. Es verdad que en algunas cosas el ser humano puede predecible. Pero el ser humano es impredecible en todo, ya que siempre existen excepciones. A diferencia de un animal común y corriente, cuyas acciones se determinan exclusivamente por sus reglas biológicas y fisiológicas, el ser humano actua en base a elementos más allá de las físicas, como los sueños y sus interpretaciones. De allí nuestra capacidad de crear cosas tan poco útiles para nuestra supervivencia pero a la vez tan importante para nuestra existencia como seres humanos como el arte.

Idiosincracia cultural, colectiva, etc. son conceptos inventados por personas que en su inimaginable arrogancia decidieron definir y clasificar seres humanos en lo más íntimo e impredecible. Para los relativistas culturales, que se les llena de agua la boca al pronunciar esa palabra seguida por lo que sea que definen, nosotros tenemos comportamientos predecibles, clasificables, y estudiables como objetos mecánicos, pero sobre todo inmóviles, en el tiempo.

Quizá por eso que en Bolivia como en tantos otros lugares, muchos antropólogos busquen las "características del hombre" en pueblos de tecnologías arcáicas o tradiciones "arraigadas" en el pasado, buscadas no en zonas como Europa, Norteamerica o cualquier otra zona industrial, sino concentrándose en estudios de pueblos de tecnología preindustrial. La idea es que consideran al mundo industrializado como que cambió demasiado para notar lo original y lo artificial del hombre, y en los otros pueblos, en zonas como la Polinesia, sudeste asiático, África central, los Andes bolivianos, o la Amazonía profunda lo original, o por lo menos lo peculiar, se puede percibir mejor.

Eso es la discriminación más repugnante de esas teorías. Pretenden decirnos que una zona como Europa tuvo un cambio en su sociedad, política y economía perceptible en la intensa historia de los últimos siglos, pero que un pueblo como el Aymara o Quechoa no lo hicieron. Como si sus problemas se mantuvieron iguales, como si las tradiciones eran idénticas a épocas precolombinas, y que se mantuvieron en un limbo ajeno a la historia del mundo, o incluso su propia historia.

Pues una noticia para aquellos que piensan así: Nada se mantiene igual. Especialmente no las tradiciones y las costumbres. Cada ser humano tiene las propias formas de ser individuales. La idiosincracia es individual, nunca colectiva. Por eso, cuando una persona muere, se muere su mundo, y con el todo su bagaje cultural. Sea lo que dejó para la posteridad, existirá exclusivamente de una forma: En cómo las otras personas lo perciben y lo reciclan culturalmente. De tal forma, las tradiciones cambiaron, y lo hicieron de forma brutal, de la misma forma que Europa cambió en los últimos 500 años. Por eso las tradiciones de pueblos indígenas andinos son realmente producto del mundo colonial, creados en el mundo colonial para un mundo colonial. Los indígenas se adaptaron bien a la colonia. No porque fueron necesariamente forzados a ello, sino porque cada ser humano tiene tantos intereses como el hombre europeo. Y tomando el caso de Francisco de Vitoria, que se planteó la pregunta "¿Y si los indígenas llegaran a Europa en una canoa?", diría que harían algo similar que los europeos les hicieron a ellos, no porque son iguales necesariamente, sino porque cruzar el océano conlleva la búsqueda de recompensa en un descubrimiento.

La conclusión de esto es la siguiente: Lo común es común a toda la humanidad. Lo diferente es diferente entre cada individuo. La relativización de la cultura no existe desde la comunidad, sino desde el individuo. Por eso, el individuo es el que debe elegir entre hacer una cosa u otra, y elegir libremente, tras su formación, en hacer recíproco la cultura que recibe o no.

Es una opresión absoluta la que nos intenta someter el nacionalismo enmascarado en lo que se llama relativismo cultural, esa idea de que todos debemos respetar "idiosincracias" de "pueblos distintos" a nosotros, como si nosotros no tenemos derecho a intervenir a favor de otros seres humanos con igual condición como seres humanos como nosotros. Tenemos todo el derecho a decir y objetar.

Cuando se niega a mujeres a tener educación fuera de lo que los poderosos de sus clanes imponen, y por tanto no ofrecer alternativas que sólo ellas deben elegir con libertad, es negar la libertad. Cuando se impone la necesidad de defender "costumbres españolas" como las corridas de toro, que son un acto cruel y repugnante, con un contrato a personas sólo por su orígen fuera de la Unión Europea, es es negar la libertad. Cuando se mira al otro lado mientras dogmas retrógrados y fanáticos empiezan a tomar control de varios países sólo por la excusa de que las personas "tienen sus propias formas de pensar", eso es negar la libertad. La razón es porque la libertad no proviene del respeto a las culturas. Sólo proviene del respeto a las personas como seres humanos únicos e irrepetibles en lo que yo llamo idiosincracia individual, que a la vez es siempre cambiante con la edad, experiencia y cambios personales.

Dicho de otro modo, no existe relativismo cultural. El único relativismo es el individual.

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