miércoles, abril 03, 2013

Demasiado tarde, el daño ya está hecho

 
 Lamentaciones sobre la muerte de los primogénitos de Egipto, por Charles Sprague Pearce, 1877

Sí, ocurrió de nuevo: Rajoy compareció ante los españoles con valentía, certeza, y sin preguntas detrás de un monitor. No que me importe mucho esto, ya que Rajoy siempre fue un político mediocre, y no le culpo cuando evade las confrontaciones. De hecho, diría que desde el punto de vista político esto es lo mejor que ha hecho - sin preguntas, sin más escándalo. Excepto, claro, que el escándalo sea el hecho de comparecer como si hicieras un video de YouTube para tus fans.

Pero más me importa hablar de su mensaje que de las formas, en las que ya ha perdido la batalla hace mucho. En el mensaje dice dos cosas que, aunque aparentemente inconexas, sí tienen algo en común. Primero parte con la idea de que en el 2014 la economía mejorará, y se verán resultados tangibles de sus reformas draconianas en el ámbito laboral como del sector público, que dejan maltrechas una economía que nunca tuvo solidez alguna. En segundo lugar, que no se puede considerar a España como un país especial en cuánto a lo referente a la corrupción. Esto lo dice probablemente ante la catástrofe de imágen pública que supuso el estallido del caso Bárcenas en enero de este año, como hoy de la nueva noticia en que se imputa a princesa de la casa real, la Infanta Cristina de Borbón, por las corruptelas de su marido, el ex-Duque de Palma Iñaki Udangarín.

El mensaje pretende buscar la legitimación de un régimen que está de capa caída, afectada hasta la médula de escándalos, crisis económica y colapso de confianza en las instituciones. Es la legitimación basada en un futuro incierto, manipulando las ansias de tiempos mejores para una población que, frente a todas las evidencias, están desesperadas por buscar una salida digna de la pesadilla que están viviendo.

Pero el daño es demasiado profundo como para buscar estas soluciones. Incluso si lo que dice el Presidente del Gobierno es verdad, que la economía mejorará en 2014, ¿acaso debemos olvidar lo que ocurrió todos los 5 años anteriores? ¿Acaso realmente podemos dejar atrás la corrupción institucional y las políticas nepotistas? La pregunta que debemos hacernos es: ¿quién nos devolverán los 5 años perdidos? ¿Quién pagará por el enorme daño que han hecho a la sociedad española, y a toda Europa en su conjunto? No hay vuelta atrás, nunca lo habrá. No importa cuánto crece la economía, incluso si el paro esté a un 0%, no se debe olvidar lo que nos han hecho.

Lo digo porque para llegar a esos "logros", lo que se han hecho son sacrificios excesivos, insostenibles. Un esclavo no tiene problemas de empleo, sino problemas de dignidad. Los judíos celebramos recientemente la fiesta de Pesaj (Pascua), donde Faraón es duramente castigado por su arrogancia y su explotación de un pueblo que esclavizó. Faraón construyó dos ciudades enteras con los esclavos hebreos, y se convirtió en el rey más poderoso del mundo. Sin embargo eso no sirvió de nada, ya que todo se desvaneció cuando los hebreos han logrado su libertad. Faraón no pudo hacer nada ante las ansias de libertad que tenía el pueblo de Israel, representado de forma simbólica en el pacto que hicieron con Dios. De la misma forma que Faraón lo perdió todo lo que construyó con la fuerza de trabajo de otro pueblo explotado, también debemos recordar que todo logro que se consiga a partir de ahora, bajo el mismo régimen donde vivimos en España, es resultado de una esclavitud creada en este período. Por lo tanto, es en el fondo un fracaso, y explotará de nuevo en nuestras caras como pasó con el sistema anterior, la "época de bonanza" que nunca existió antes de la crisis. No se puede construir un país basado en burbujas y en esclavitud, eso es la lección más importante de la fiesta de Pesaj. Ningún poder tiene el derecho a construírse sobre las espaldas de gente sin dignidad ni libertad.

De lo segundo que dice Rajoy, hay que entender que la corrupción es un cáncer que nos afecta a todos. No sólo se encuentra en la política, sino también está presente en otros campos también. Personalmente me afecta la corrupción en la academia y los entornos científicos, donde impera el favoritismo nepotista y no el mérito del esfuerzo. Las becas son garantizadas a quien tiene sus contactitos en las administraciones que las dan, ni hablar de plazas en las universidades que funcionan todavía en un sistema feudal. También aquí existe un daño demasiado profundo como para ignorar, que debemos simplemente decir que esto va a mejorar por arte de magia, y que un día vamos a mirar atrás y reírnos.

Dirán que tengo un rencor, que soy demasiado pesimista y que quiero satisfacer mis ansias románticas de revolución. No estarán del todo equivocados. Sin embargo el PP siempre se jacta de ser el partido de los responsables en el gasto fiscal y en la administración pública. Siendo responsables, entenderán que parte de la responsabilidad es que cuando uno falla en dicha responsabilidad uno asume las consecuencias, y no se esconde detrás de un monitor.

Dicho de otro modo, ya es demasiado tarde para pretender que no hay daño. No pueden ellos volver atrás y solucionar todo lo que ellos, junto con sus amigos de la plutocracia española, nos han hecho. Ya es demasiado tarde como para devolvernos los años que gastamos buscando trabajo, o el daño de los desahuciados que lo han perdido todo, o los de los jóvenes obligados a buscarse la vida lejos de sus familias como exiliados económicos. El PP quiere construír un futuro glorioso sobre el fundamento de la injusticia, tal como Faraón construyó su gloria de la misma forma. Sólo hace falta añorar la libertad para que todo colapse sobre el Faraón.

 The Seventh Plague - Martin John, 1823

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