viernes, agosto 31, 2007

El antisemitismo de la Biblia - Parte I

Con el artículo de Fabián, titulada "El antisemitismo de Marx", he decidido contribuir a esta labor fundamental de indicar el antisemitismo de distintos autores y obras, comenzando por este libro tan importante en la historia de la humanidad.

Esta es la primera parte de una serie de artículos que tratan de algo muy serio en el mundo. La Biblia, admirada por tantos, es en realidad un libro antisemita. Eso incluye el hecho de que uno de los personajes más importantes, el propio Yehovah, Dios, es tan antisemita como Adolf Hitler. Para ello, presentaré varios ejemplos (aunque no voy a citar demasiado la Biblia), al igual que un intento de razonar el porqué de tanto odio antisemita en ese libro.

Que lo disfruten.

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No se puede negar que durante miles de años, el pueblo judío ha tenido que sufrir las consecuencias de un antisemitismo injusto, resultado de una ignorancia y odio que rozan las caras más irracionales y bestiales del ser humano.

Pero muchos deberían entender que, después de todo, el antisemitismo es algo tan irracional como lo es la religión. Se basan en factores sin ni un fundamento empírico, y el antisemitismo siempre tiene un origen en sentimientos manipulados de las personas, nunca en la razón humana. Pero también existe otra cosa que muchas personas creen y que puede ser incluso más destructivo que la discriminación antisemita: Dios.

No existe duda que la creencia en Dios es irracional, basada en la pura fe. No se puede comprobar la existencia de Dios en términos humanos, sólo en términos de reglas inventadas por los humanos con su imaginación. En ese sentido, Dios puede existir tanto como una hada. Pero volviendo al tema principal, Dios es un personaje que, además de no tener reglas humanas, denigra al mismo tiempo lo humano. Y lo humano tiende a ser una convivencia racional.

¿Será por eso que Dios es antisemita y, en general, racista? Pues, la fuente proviene del libro de odio por excelencia: La Biblia, o como los judíos lo llaman, el Tanaj (el antiguo testamento). Los mensajes antisemitas abundan de forma impresionante en ese libro: El pueblo hebreo y judío es un pueblo de pecadores que siempre sufrirán las consecuencias de un Dios castigador.

1) Los hijos de Jacob eran representaciones claras de cómo los hebreos son unos envidiosos y tacaños. Las referencias son claras cuando 12 hermanos, en un ataque de envidia hacia su hermano, José, lo atacan y venden como esclavo a Egipto. ¿No les parece una curiosidad que son los goyim (no judíos) egipcios los que hacen de José un hombre rico y afortunado? Por otro lado lo único que se les ocurre a sus propios hermanos, hermanos de sangre, es robarle de lo que es suyo.

Pero José también era hebreo, y por eso tenía buenas cualidades como economista. ¿Acaso no es eso una perfecta representación de un estereotipo judío?

2) En la historia del éxodo, empieza con el hecho que su tierra prometida, del cual se fueron por su forma tacaña de buscar (y robar) las riquezas de Egipto. Una vez allí, el malvado faraón los hace esclavos, olvidando el bien que ha hecho José en Egipto. Así que Dios es capaz de protegerlos de una hambruna en su tierra prometida, ¿pero permite a un faraón esclavizarlos? No existe duda aquí que Dios ha manipulado la historia para hacer sufrir a los hebreos. Como la voluntad de Dios es ley natural, entonces se hace ley natural hacer sufrir a los judíos. Mientras que es verdad que los hebreos han salido de Egipto por mano del propio Dios, todo esto se pudo evitar si Dios no fuera un nazi sádico lleno de rencor.

3) Continuando la línea de historias, la biblia claramente demuestra que los hebreos son traicioneros. Tras aceptar su fe en Dios, y tras admitir que Dios es su guía único, deciden hacer un becerro de... ¿Adivinan qué? ORO. No basta a la biblia con demostrar que los hebreos son capaces de vender a su propios hemanos como esclavos, sino también no son capaces de adorar nada que no sea de un metal precioso, como el oro.

Algunos van a indicar que el mensaje de las historias que he presentado es distinto a lo que yo estoy indicando. Pues yo no lo creo así. Moisés es el único que se indigna. Pero su reputación no es perfecta, ya que Moisés es un asesino que se salió con la suya. Además, ha ordenado en distintas ocasiones la matanza de muchos pueblos, varios de esos poderosos, pued los hebreos son personas que sólo quieren las tierras fértiles de Canaan para ellos mismos, y no pueden tolerar compartirlo con otros.

Aquí termina mi primera parte de "El antisemitismo de la Bíblia". Es una serie de artículos que intentan demostrar un lado oscuro de un libro admirado por muchos, pero que contiene mensajes antisemitas y claramente xenófobos.

Muchas gracias por la lectura,
-A_"GD"_P.

8 comentarios:

Fabián dijo...

Alks, estás un poco loco.

Lástima, porque podías llegar a tener un punto interesante de contacto con el antisemitismo en que Dios espera de los judíos un estándar de conducta más alto que el que demanda de los otros pueblos: "y serás para mí un pueblo santo", conducta que evidentemente ningún pueblo puede aspirar a lograr. En eso es comparable con el antisemita, que está dispuesto a tolerar la existencia de ladrones en una sociedad, pero no la existencia de ladrones judíos, que sirven para que el antisemita castigue a todos los judíos como ladrones, ya que indudablemente el ladrón es ladrón "por ser judío".

Pero tus ejemplos están tirados de los pelos, y algunos son producto de la ignorancia más pura. Moisés nunca entró a Canaan ni ordenó la "matanza de muchos pueblos".

En realidad, en la Biblia el único pueblo que los hebreos tienen que destruir es Amalek y eso por orden de Dios, no de Moisés, porque Amalek atacó al pueblo de Israel en el desierto, cuando estaba indefenso y sin ninguna provocación.

Lástima. Saludos.

Fabián dijo...

De paso, la interpretación que tu haces sobre "el antisemitismo de la Biblia" en muchos aspectos concuerda con la interpretación antisemita cristiana y musulmana.

Es decir, el significado está en el lector, no en el libro, en este caso.

Por ejemplo, la interpretación que haces del caso del Becerro de Oro es típica del antisemitismo cristiano y musulmán: la falta culpabiliza a todo un pueblo, y no sólo en ese momento sino para siempre. Osama Bin Laden y otros por el estilo mantienen la interpretación de que los judíos son un pueblo que han "traicionado a Dios y a los profetas" y se basan en esas lecturas de casos como el Becerro de Oro. En el cristianismo tradicional ni que hablar! Los judíos son el pueblo traicionero por excelencia, Judas y la muerte de Jesús, pero también la idea tomada de la Torá de que no escuchamos a los profetas, somos un pueblo orgulloso, que cada dos por tres adoramos al becerro de oro, etc, etc, sirven para caracterizar a los judíos de una vez y para siempre.

En oposición a estas visiones de afuera, dentro del judaísmo estos casos se ven distinto. Puede ser que nos equivocamos a veces en el pasado, y los que pecaron fueron castigados, aprender del asunto y a otra cosa, mariposa! El ejemplo del Becerro de Oro, lejos de ser un ejemplo "antisemita", es un ejemplo educativo para el pueblo judío.

Temo que tus interpretaciones evidencian que están hechas desde "afuera" del pueblo judío, influenciadas por ciertas posturas de los no judíos, y no por lo que puedes haber aprendido en clases de Torá, donde te hubieran enseñado el caso del Becerro de Oro como un ejemplo moral y educativo (por oposición).

Por eso, el contexto de interpretación en este caso lo es todo. Tu has tomado un contexto hostil y has llegado a conclusiones hostiles. Hay otros contextos.

Saludos,
Fabian

Anónimo dijo...

"Dios espera de los judíos un estándar de conducta más alto que el que demanda de los otros pueblos"

Totalmente confirmado: el ateo Fabián, que hasta hace bien poco declaraba que 'de momento la religiosidad no era demasiado importante para él', ya asume sin rubor su acelerada metamorfosis (kafkiana).

Por eso rectifica a Alks, demostrando 'su fe' respecto a que el mandato de exterminar a los canaitas no procedía de la voluntad caprichosa de Moises... sino que fue una confidencia directa de dios, mientras que Moises apenas era 'un mandao'...

Pero ¿porqué no los aniquilaría él mismo (dios) como 'hizo' antes con Sodoma y Gomorra... o bien enviando unas cuantas plagas divinas, como hizo con el Faraón?... eso tal vez hubiera preservado (a los judios) en su supuesta misión de convertirse en el pueblo santo, la referencia de todos los demás.

Animo Fabián, ya te queda menos trecho para transformarte en todo un fanático mesiánico.

Fabián dijo...

No vale la pena contestarte, pedazo de boludo.

Estamos hablando de la Biblia, y Alks y yo la hemos tomado como un relato y hemos intentado discutir a partir de su lógica.

Como buen antisemita que eres, sólo basta que un judío hable de Dios para que nos llames "fanáticos mesiánicos". Cumples a toda regla la idea que le comentaba a Alks del doble estándar de los antisemitas respecto a los judíos. Eres un típico producto de la curia española.

Anónimo dijo...

Lo que más me sorprende de la profunda animosidad contra los cristianos de Fabian, es que luego no reconozca que la principal garantía de supervivencia de Israel la obtiente gracias, precisamente, a los cristianos más fundamentalistas y peligrosos del planeta (republicanos-made in USA)

De todos modos, incluso siguiendo la lógica de los textos sagrados, y considerando los pocos remilgos demotrados por dios para aniquilar tanto a judios como a no judios, cuesta entender que no hiciera que la tierra se tragara a los canaitas, o murieran espontáneamente, ahorrándo la degradación de hacerlo con sus propias manos 'al único pueblo santo y virtuoso'...

PD: no dije que Fabián fuera un fanático mesiánico... simplemente pronostico que lo será algún día.

Alex el Cosmopolita Rojo dijo...

Ah, Fabián... Me has hecho un hombre feliz. Has comprobado justamente lo que quería.

Algo que se debe tomar con mucho sentido de humor, en un artículo repleto de ironía, ha sido tomado por tí como algo serio y debatible. Muchas gracias por comprobar lo que quería decir: Que al fin y al cabo, sacar la quinta pata al gato de un texto histórico y/o filosófico, como se ha hecho con Marx, no llega a nada relevante.

Fabián dijo...

"Que al fin y al cabo, sacar la quinta pata al gato de un texto histórico y/o filosófico, como se ha hecho con Marx, no llega a nada relevante."

Alks: explicame cómo los comentarios de Marx sobre Lassalle pueden tomarse como con un objetivo "educativo" o cómo simplemente citar las barbaridades hostiles que escribió sobre el judaísmo: "su religión es el dinero" es sacarle la quinta pata al gato. Como verás, en el texto que yo traduje no hay interpretación, no hay que esforzarse en extraer un significado oculto. Está todo allí bien clarito. Lo único que había que hacer era juntar esos comentarios racistas y traducirlos al inglés.

Y qué tal, has leído el texto de Cohen o no????

Saludos!
Fabián

Alex el Cosmopolita Rojo dijo...

Ridiculo, Fabián. Marx era tan políticamente correcto como la gran mayoría de las personas de la época. No tenía un odio particular a los judíos, de igual forma que no tenía un odio a las personas de raza negra, tal como ese artículo que publicaste intenta indicar, por llamar a alguien "nigger".

Pero la verdad es abrumadora. Su hija ha intentado y propuesto recuperar sus raízes judías, indicando que en la casa de Marx no se podía ver realmente un antisemitismo visceral. Además, no veo que sus comentarios que parecen más irónicos que otra cosa realmente influyeran en cualquiera de sus teorías, excepto en un solo artículo publicado en su juventud y etapa formativa intelectualmente.

Por lo tanto, decir que Marx era antisemita es como decir que la Biblia es antisemita. Despues de todo, el hecho que los hebreos traicionaron a Dios se pone bien clarito, ¿no?