Estos últimos días, tras el ataque trágico contra un contingente español en el sur del Líbano, se han dado muchas opiniones sobre la significancia de este ataque. Primero, denunciaré que lo ocurrido no es un atentado terrorista. Primero porque no considero que tal cosa existe. Segundo, porque el ataque de guerra ha sido dirigido contra hombres armados, soldados preparados y mandados para la guerra. Aunque trágico, es un acto de guerra en toda regla, y por lo tanto no es un acto criminal.
Parece ser, sin embargo, que los españoles no comprenden la magnitud de lo que ha ocurrido. Buscan excusas para asegurar que es una misión para mantener la paz, sin comprender que como los años pasados, la FINUL ha fracasado rotundamente en sus misiones. Hizballah es el principal problema de la región que vigilan, aunque en los medios de comunicación consideran que Hizballah y sus aliados debilitados, Hizbamal, lo han condenado (no he visto el comunicado que lo condene explícitamente, sino más bien han indicado que es un "ataque sospechoso y un acto de agresión", algo bastante ambiguo que suena a condena, pero no lo es explícitamente).
Se ha abierto una caja de pandora, otra vez. Esto en medio de un ambiente de incremento de hostilidades entre las facciones que han dividido fácticamente el Líbano. No se trata de un grupo minúsculo y casi insignificante como Fatah Al-Islam, entre la población Palestina. Más bien, se trata de las claras pretensiones de Siria a recuperar su opresora dominación sobre ese país como lo tenía ataño. Para eso, usará todas las fuerzas que tienen, incluyendo a Hizballah. Y es que el Líbano es un frente crucial para convertirse en una amenaza a Israel, que al tener bajo su control las alturas del Golan, amenazan claramente la capital, Damasco.
Y en medio de esto está la FINUL. Su evidente fracaso a desarmar la población se ha hecho claro cuando, entre el año 2000 y 2006 Hizballah logró rearmarse con misiles de mediano alcance que podían llegar al centro de Israel, y todo con la vista gorda de los cascos azules. Era Israel, más que Hizballah, que quería realmente establecer una fuerza de las Naciones Unidas en esa región, especialmente para esperar algo más que inevitable: El ataque a fuerzas europeas internacionales, para demostrar al mundo la amenaza de Hizballah. Y es que no voy a negar tal amenaza, pues Hizballah, como cualquier grupo religioso integrista, es repugnantemente manipuladora y amenaza todo lo que es civilizado sobre el mundo. Mientras que dan mucho dinero para la reconstrucción de lo que la guerra que ellos provocaron destruyó, mantienen las poblaciones en los campos de batalla.
Los soldados españoles son piezas usadas en un cruel juego del cual no hay salida. Esto es fruto, sobre todo, de una ignorancia impuesta sobre los eventos del Próximo Oriente de los últimos 30 años. Y con mis propios conocimientos, puedo concluir que quien sea el causante de este atentado, no importa. Los datos son que Hizballah, que domina el sur del Líbano, no ha tenido bastante cooperación para detener ese ataque, mientras que Siria mantiene su hostilidad. Los problemas del Líbano sólo se pueden solucionar estableciendo un estado laico. Y eso, queridos lectores, nunca va a ocurrir mientras que los fanáticos de Hizballah dominen la gran parte de la población, que es la población Shi'i.
1 comentario:
He visto tu comentario en mi blog. Gracias por los elogios.
Ahora yendo a tu post:
Reconociendo que la solución para el Líbano es la creación de un Estado Laico y democrático.
Reconociendo que la problemática del Libano reside en las ambiciones imperialistas de Siria, que todavía pretende lograr la "Gran Siria".
Reconociendo que la problemática del Libano reside en las ambiciones imperialistas de Irán, vía su brazo armado paraestatal llamado "Hezbollah".
¿Como pretendes lograr el objetivo de un Estado Laico y democrático?
Obviamente la existencia de Hezbollah armado no es compatible con la existencia de un Estado Libanés Laico y Democrático. Por ende cabe preguntarse: ¿quién va a desarmar a Hezbollah?
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